Nací en Ferrol, accidentalmente pero así fue. Viví en su proximidad hasta los 17 años. Nunca
y juventud, la auténtica patria del individuo. Siempre que he vuelto se me ensombrece el
ánimo y quedo lleno de nostalgia y pesadumbre. Vaya por delante lo anterior para entender lo
subjetivo y me temo que arbitrario de la crónica.
• A Ferrol nos desplazamos, el domingo 12 de enero de 2014, unos 40 efectivos del CAS,
para correr un 10.000 totalmente urbano. A “carreira popular de S. Xiao” . Aclaremos
para los despistados que S. Xiao no es S. Juan, sino S. Julián, patrono de la ciudad,
cuya festividad es el 7 de enero, (tienen vista para colocar los festivos).
• La construcción naval ha ido ligada al desarrollo de la ciudad y el declive de uno lleva
aparejado el del otro. Tenía 92.000 habitantes en el censo de 1981, siendo de 72.000
en el de 2013. Ha descendido 20.000 habitantes, pasando de ser la tercera a la séptima
ciudad gallega. Yo la conocí exultante y viva, y ahora me parece fundamentalmente
gris. ¿Entendéis mi pesadumbre y el amargor que me traen los regresos?.
• Enero en el noroeste peninsular es viento y lluvia. De ambos tuvimos y por ese orden.
En la entrega de dorsales nos indicaron que lo pusiésemos en el pecho y bien visible,
como recordatorio de las recientes descalificaciones absurdas en “A Volta á Ría” y ya
en la salida nos desplazaron a los de cola desde una curva a derechas hacia una curva a
izquierdas. No sé si por la personalidad militar del ordeno y mando, tan afín a la ciudad
o por la tradición política de la urbe.
• Arrancamos, con cielo nublado y ventoso, amenazando lluvia. Recorrimos el barrio
de Esteiro. En las vallas del Arsenal había desplegadas ropas de trabajo en demanda
de ocupación. En la puerta del Arsenal había pancartas relativas a 2.900 puestos
de trabajo perdidos. Se me acabó de nublar el ánimo, casi tanto como el cielo.
Entramos por la puerta del Dique en el Arsenal Militar , corriendo entre dársenas y
diques por la banda de mar y talleres y almacenes por la de tierra, excelente ejemplo
de la arquitectura racionalista de la Ilustración a cuyos principales impulsores el
Marqués de la Ensenada y el Rey Carlos III recuerdan. Salimos por la puerta del Parque
encaminándonos hacia la joya arquitectónica de la ciudad, el barrio de la Magdalena.
Trazado a cuadrícula, iniciado en 1771 y conjunto histórico-artístico desde 1983,
enlaza el Ferrol Vello portuario con la plaza de Armas, en donde comenzaba el Nuevo
Ferrol . Vayamos de nuevo a la carrera que me he perdido por vericuetos líricos.
Iniciamos un zig-zag urbano a mi parecer algo absurdo, de aproximadamente 1 km por
largo. Continúo subibaja moderado pero que se hacía duro por repetitivo. En dirección
Puerto-Plaza de España, subimos por la calle de la Iglesia, giramos 180º,cambiamos
a dirección Plaza España-Puerto, recorrimos la calle Magdalena, nuevo giro y nuevo
cambio de sentido y recorrimos la C. Real, y otro, la Galiano y otro más la María, en
donde está la casa natal del dictador Francisco Franco, (que a veces parece que por
no contar las cosas, no han sucedido). Por suerte el barrio, como ya comentamos, está
hecho a escuadra en otro caso nos hubiésemos perdido de tanta vuelta. Y la amenaza
de lluvia se hizo realidad y nos demostró que iba en serio. Pudimos admirar el barrio
de la Magdalena bajo la lluvia, hasta saciarnos y casi ahogarnos. Por la Plaza de
España, (cuya remodelación merecería un premio de antología del disparate), volvimos
a Esteiro, amainó la lluvia que no cesó y allí estaba la meta.
• Esperamos bajo la lluvia, y en esa situación siempre se hace larga, una hermosa
camiseta, barrita, bebida, manzana, mandarina y la joya : un caldito caliente. No sé
cómo lo hacen pero la inscripción fue gratuita.
• Bien organizada, bien señalizada, barata, con abundante y buen material en meta, y
no sabría ponerle pegas, pero me encontré mal, a disgusto y no me gustó. Me pareció
desangelada. La castidad me tiene de un humor de perros.
• Como sabéis, porque os lo estoy contando, tengo como objetivo inmediato 50’
en 10.000 y como en cita con mujer deseada, (soy heterosexual estricto, una
extravagancia, pero todos tenemos nuestras cosas), tenía el pálpito del momento
idóneo. Como en el símil, fracasé estrepitosamente. Pero en realidad, no es fracaso,
es una simple añagaza, (“artificio para atraer con engaño”) para que aumente el
interés y que la consecución sea más placentera.
• Probablemente no sea muy justo, pero yo así lo viví.
Paolo Zimerman
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