En esto del running, está lleno de
alegrías, si no, no sé qué haríamos aquí.
Pero también, hay ocasiones, en que las
cosas no nos salen como queremos, que los objetivos no se cumplen y que
sufrimos más allá de lo que pensábamos que podríamos aguantar por el simple
hecho de hacer deporte.
De esto es de lo que debemos aprender, tanto como de los entrenamientos de fuerza,
técnica, etc.
Esta vez no es una crónica de superar
distancia, o de MMP.
Hoy toca contar cuando las cosas salen mal.
SCHNEIDER
ELECTRIC MARATHON DE PARIS (38 EDICION)
Viernes, en el avión hacia París.
Nervios, dolor de cabeza, estómago
revuelto, son los síntomas de que voy a correr una maratón.
Faltan dos días y van a ser muy largos.
La sensación con esta prueba es diferente a
todas las otras, no sé, es diferente.
Ya lo he comentado otras
veces Zatopek dijo: " si quieres correr, corre un kilómetro, si quieres
cambiar tu vida, corre una maratón".
En mi caso es así pasó la primera y se repite
cada vez...
Visto esto, puede pensar que soy un gran atleta, que
persigo grandes tiempos, pero no, la única intención es terminar, cruzar la
meta con una sonrisa de satisfacción.
Últimamente estoy tirando al monte, el
trail me atrae cada vez más, distancias más largas, desniveles, pero es
diferente, la dureza del asfalto en esta distancia es otra cosa, no solo dureza
física yo soy de los que piensa que una maratón se corre con la cabeza en un 60%.
"Ninguna carrera comienza en la línea
de salida", (Gebreselassie).
Meses de entrenamiento, muchos kilómetros,
madrugones, frío, lluvia.
Las dudas: ¿habré entrenado lo suficiente?,
si, para conseguir el objetivo, si, 3:45.
¿Cuál es el problema entonces?, muchos, en
dos días pueden pasar muchas cosas, desde un catarro, hasta un tropezón en la
calle.
Por no hablar de la prueba... No sé cómo
plantearla, con Joan, con Ramiro, no estoy al nivel de Fernando, sólo... Pero
van a ser cerca de cuatro horas, en este tiempo puede pasar casi de todo.
Tengo miedo, no mejor dicho, tengo pánico
escénico, entre eso y alguna tontería que he hecho, casi no he dormido desde el
lunes.
Pánico escénico, me vuelve a doler el
piramidal de la pierna derecha, sé que no me pasa nada, pero no estoy
tranquilo, necesito dormir.
Acabo de leer en el Face, los ánimos de mis
amigos, y ayer en el wathsapp alguien me
dio un empujoncito.
Sólo por eso vale la pena intentarlo.
Madrugón
el viernes, a las 07:00 despegamos hacia Barcelona, allí enlazamos con Paris, a
las 12:30 estamos en el hotel, lo ha buscado Ramiro, tengo que darle
las gracias, un buen hotel en la mejor zona de París para hacer turismo, y aún
precio mejor que razonable.
Nos vamos a hacer turismo, Notre Dame,
Louvre, etc.
Nos paramos un buen rato en el en Le Pont
de les Arts, llama la atención la cantidad de candados que han ido poniendo en
la barandilla parejas de “enamorados”, calculan que hay alrededor de 700.000.
Sobre las
17:00 nos encontramos con Fer y familia, que salieron más tarde y
nos vamos hasta la torre Eiffel, vale la pena, subir hasta arriba del todo, es
impresionante, en todos los aspectos.
Hemos quedado con Ramiro para cenar. Los
recogemos en el hotel, y a una cadena de estas internacionales de comida
italiana. Cerveza y risas.
Sábado hicimos el día "ideal"
para antes de una carrera como esta.
Madrugamos para ir a la
feria del corredor, a las 09:10 estamos allí y menos mal porque a las 12 era
ya intransitable, un 10 para la organización, entregamos rapidísimo el
certificado médico, recogemos la bolsa del corredor y nos vamos al stand de
Schneider, nos dan una camiseta y una pulsera para poder entrar en el punto de
encuentro después de la carrera.
Lo
primero que nos encontramos es la madre de todas las tiendas Asics a que abría
la feria.
Muy bien montada, pasillos ordenados,
primero las grandes marcas, Mizuno, Brooks, Salomón, después algunas marcas más
de material deportivo, carreras de todo el mundo, y nutrición y
electrónica.
Pasamos allí tres horas, con nueva parada
en Schneider para "hidratarnos".
Metro al hotel y nos
vamos a trotar medía horita por las orillas de Sena, ducha y a buscar a las
familias, que están en Ópera.
De camino, hago una de las mías, al bajar
una acera me tuerzo un tobillo, a saltos me apoyo en una pared, me duele
muchísimo, no puedo creer que me pase esto, tanto trabajo y en un segundo todo
a hacer puñetas.
Me decían que hacer un
trail a una semana del gran objetivo de la temporada era muy arriesgado, pues
ya ves, el domingo anterior ningún problema y me lesiono paseando, surrealista.
Me tranquilizo y continuamos andando parece
que duele menos, pero duele, y lo noto hinchado.
No quiero preocupar a nadie, pero no lo veo
claro, 42.195 metros por delante y voy yo y me tuerzo el tobillo.
Estoy de un humor de perros.
Comemos y nos vamos a ver el Sucre Coeur,
estupendo, escaleras y cuestas...
De vuelta al hotel me unto un kilo de
bálsamo de Tigre.
Cenamos pronto y a la cama, en el hotel
tengo el pie un poco infamado, así que lo entierro en hielo, cuando salgo de la
bañera, casi me caigo de morros, se me ha dormido y me falla al apoyarlo.
Dejo todo listo para el día siguiente ya
dormir, el 45903 ya está en la camiseta del CAS.
A las 06:00 suena el
despertador, antes de abrir los ojos muevo el tobillo, nada, seguro que era
miedo, pienso... Aun así, por si acaso,
Radio-Salíl, ducha con mucha calma, término de preparar la mochila que quedara
en consigna, y a desayunar cuando bajo ya
están allí Fer y Ramiro.
Desayuno de los campeones y a las 07:00
llega Joan.
Esto es lo que nos espera:
El metro va lleno de corredores, a las
08:00 el Arco del Triunfo es un hervidero.
La consigna perfecta, a Fer y a mí, nos
viene a la cabeza, el desastre de la MAPOMA del año pasado.
Localizados los puntos de encuentro
Ya está decidido, objetivo: acabar, óptimo
3:45, pulserita color morado, con los tiempos. Son 22 minutos menos que mi
anterior marca, pero esta vez he hecho los deberes y me encuentro fuerte y
sobre todo animado.
Nos vamos acercando a los cajones, y de
inmediato llegamos a la conclusión de que ante la avalancha de gente, lo mejor es entrar
cuanto antes, besos, abrazos, mucha suerte...
Esto es lo que nos espera:
Ya estoy solo, tardo como 15 min. en
entrar, no estamos muy apretados hasta me puedo tumbar a estirar y además hay
baños dentro, otro 10 para la organización. Tumbado en el suelo cierro los ojos
e intentó concentrarme para olvidar lo de ayer... Visualizo las tiradas largas
que hice por Coruña.
Van saliendo los de delante, retiran las
vallas y nos vamos adelantando hacia el arco de salida, debe haber un
problema, porque nos retrasamos bastante.
Sale el sol, detrás de las nubes, no me gusta
nada... Empieza a picar.
Venga vamos, salimos, bajamos la Avenida de
Los Campos Elíseos, hasta la plaza de la Concordia, esta vez incluso demasiado
lento, primer km, a 5:40 disfruto de las vistas del obelisco.
Giramos a la derecha frente al Louvre, y a
la izquierda por la Rue Rivoli, impresionante el público que nos anima a los
"lentos".
En el km 3 ya voy en rimo, y recuperando
algo para el objetivo de 5:20 , voy atento sé que por ahí estará Montse,
Mónica y compañía para animarnos, efectivamente, allí los veo a todos.
No sabréis lo que se agradece eso en estas
carreras, tengo muy buenas sensaciones.
Km 5 primer
avituallamiento, botella de agua, hace sol y calor, voy a necesitar mucha agua,
así que no la tiro, la voy a llevar hasta que pueda conseguir otra, en todas
hay partes hay grupo tocando, de todo tipo, batucadas, orquestas...
Ascendemos ligeramente por la plaza de la
Bastilla, y en el km 8 empiezan las molestias en el tobillo.
Un poco antes de segundo avituallamiento,
en el 10, ya en el bosque de Vincennes hago una escala técnica, más agua.
Me empiezo a desesperar al notar que se me
hincha, no tengo dolor pero las molestias aumenta me empiezo a desesperar, así
que veo una pista de tierra paralela al asfalto, y me salgo por ella, a ver si
un terreno más blando me favorece, al reducir el impacto, pero nada...
No consigo volver al 5:20, así que a ver si
el 5:30, me temo que la pulsera de los tiempos, ya no va a serie de nada, y yo
inocente de mí, había puesto el virtual partner a 5:15 por sí me encantaba
bien, iluso. La zona es muy bonita, un parque lleno de árboles, que nos tapan
el sol.
Comenzamos a bajar de la Bastilla, por un
barrio de chalets con una pinta fantástica.
Km. 15, me tomó el primer gel, acabo la
botella de agua, y cojo otra.
Un poco más adelante, me encuentro con una
chica con una camiseta de un club de Zaragoza, la saludo, y quedo un rato
hablando con ella, ha perdido a sus compañeros cuando fue a coger agua. Más o
menos en el km 19, salimos del bosque. Ahora corremos entre edificios sigue
habiendo bastante público, que anima, y nos
gritan.
Pancarta del 20 y yo que
no lo tengo claro en la bajada, me ha empezado a doler, y noto que cojeo un
poco. Aun así, continuo adelantando gente, pero me cuesta mucho mantener el
ritmo.
Media maratón, miro el reloj, y no se para
que, complicado el 3:45, por primera vez se me pasa por la cabeza, mandarlo
todo a freír espárragos y quedarme en el hotel, ya veo que voy a sufrir, y
mucho.
Km. 25, más agua, hace un rato que se ha
nublado, normalmente casi no sudo, pero me cae a chorros por el cuello ya vamos
por la orilla del río, mucho público, alguna bandera española, me arrimo a la derecha,
falta poco para el punto donde quedaron de ponerse los nuestros.
Se me hace un nudo en la garganta casi se
me saltan las lágrimas.
Allí están todos, no lo puedo evitar, me
paro a darles un beso a mis tres hijos y a Lola, sabe dios cuanto tiempo llevan
esperando para verme pasar, allí de pie, al sol, es lo menos que puedo hacer.
"Vamos corre campeón" me dice Lola, si llega a saber cómo iba y lo
que me esperaba...
Ya hoy mucha gente que camina...
Pasamos túneles, en el más largo me ánimo,
parece una discoteca, luces, música atronadora... Pasamos varios mas, las
salidas cuesta arriba son como darse contra una pared.
Pasamos al lado de la torre Eiffel en el km
29.
Llega el km 30, el límite
de mis tiradas largas, mantenerme por debajo de 6 min. el km, es una lucha. Es
un poco pronto, pero que viene a verme el hombre del mazo, lo esperaba
más adelante.
Poco antes me ha pasado la bandera de las 4
horas, la desesperación se convierte en desolación.
En una de las plazas que atravesamos, hay
un puesto de la organización con masajistas, ni me lo planteo, si paró ve voy
para casa.
Sigue habiendo mucho público y animan
mucho.
No contaba con lo que venía, un tramo se
subida hacia un parque situado entre la Torre Eiffel y los campos Elíseos.
Llevo un rato pensando en caminar, unos
metros, pero me da miedo no ser capaz de volver a arrancar y me niego a hacer 7
km andando, para eso lo dejo. Y cuando veo esa rampa se me cae el alma a los
pies, pero no paro. Tengo ganas de volver por allí, seguro que no tiene nada
que ver con lo que yo vi ayer, y que es una birria de subida.
Veo a un atleta tirado en el suelo,
atendido por la cruz roja.
Es curioso, pero la preocupación se
transforma, y no me pongo como meta el próximo km, miro el reloj a ver cuánto
falta para los siguientes 500 metros.
El bosque de Boulogne,
debe ser bonito, no lo sé, pero para colmo de males, me entizan amagos de calambres
en los isquios, y tengo que acortar la zancada.
Casi no hay público, así que mi eterno
agradecimiento, a los grupos de música que se han desplazado hasta allí, si no
es por ellos, hubiera sido terrible.
Pasan varias ambulancias con las sirenas
puestas, nada bueno.
Corredores estirando en las aceras.
Parece una escena de Walking Dead, está
lleno de "caminantes" luchando por llegar a la meta.
Km 40, me duele muchísimo todo el pie
derecho, realiménteme duele todo pero me concentro, en terminar, he perdido, más
de 20 minutos sobre lo que pretendía hacer, ahora ya sólo importa terminar, ni
siquiera sonreír para la foto, sólo llegar.
Km 41, no sé ni cómo paso.
Km 42, me doy cuenta de donde estoy,
por la inmensa cantidad de público rugiendo a todo los corredores.
Km. 42,195, cruzo la meta, no he mirado ni
el tiempo, caminó unos metros y me derrumbo, me dejo caer de rodillas apoyó la
cabeza en el suelo, y me pongo a llorar, a llorar de verdad, varios corredores
se paran a animarme, personal de la cruz roja, a ver si estoy bien, tardo unos
minutos en reponerme. Ha sido tanto trabajo, horas, esfuerzo, la rabia por no
alcanzar el tiempo deseado, estallo en la alegría por haber conseguido terminar
a pesar de todo.
Cuando llego al punto de reunión me abrazo
a mis hijos y a Lola.
Saludo al resto.
Fer 3:27, un monstruo.
Juro que no me vuelven a pillar en una de
estas. (Mentira, por la tarde ya estoy intentando convencerlos para hacer Roma
en año que viene).
Llega
Ramiro, otra bestia, finaliza su primera maratón.
Gracias compañeros.
Por la tarde, paseo sentaditos en el barco
turístico, que andar cuesta y las escaleras matan.
Conclusiones:
Este año, estaba preparado, creo que no
hice nada mal, había entrenado mucho, muchos km recorridos. Podía hacer, 3:45
perfectamente, incluso menos.
Pero esto me lleva a los primeros párrafos
de esta crónica, que escribí dos días antes de la carrera, y donde decía que
podían pasar muchas cosas.
En contra de la opinión de todo el mundo,
el domingo anterior a la maratón corrí un trail, me decían que no lo hiciera,
que era fácil lesionarme, no pasó nada, y dando un paseo por la calle me
estropeó el día antes.
No es excusa, y es posible que no fuera la
única causa, no seguro que no fue la única causa.
Simplemente, no era el día para mejorar
marca.
Habrá más oportunidades seguro.
La única pena que me queda, es no haber
podido ver en directo al gran Bekele.
Orgullosísimo de ser finisher de una gran
maratón como la de Paris con más de 50.000 inscritos.
Orgullosísimo de mis compañeros de club.
Orgullosísimo de mi familia, que me aguanta
me anima y me acompaña.
Y enhorabuena a todos los Big-Bayers, este
fin de semana.
EL GRINCH
http://cuandolacabratiraalmonte.blogspot.com.es/
animo campeón ,tuviste la mala suerte de torcer el tobillo pero el próximo estaras al 100% ,,mucha suerte y mucho animo ,,
ResponderEliminarse ponen los pelos de punta al ver las fotos jejeje qué envidia de no haber podido ir.
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