El domingo 2 de
noviembre se celebró dentro del circuito Coruña Corre, la IV carrera Novo
Mesoiro, prólogo del largo paréntesis de 5 meses hasta la próxima prueba. Acudí
escaqueado y muy pillado de tiempo. Llegué a las 9:35 y me di de narices con
numerosos compañeros, que por lo que se ve tampoco iban sobrados de tiempo,
pero si de tranquilidad. Subimos charlando despreocupadamente hacia la salida.
Alguién comentó la similitud constructiva entre Novo Mesoiro y Los Rosales.
Igualmente son similares las constructoras beneficiarias. Casualidades de la
vida. A dos pasos de las moles persiste el Mesoiro rural y un asombrado
caballo, pacía placidamente, viendo deambular corredores.
Lo que menos me gusta de
estas carreras es el rutinario carácter oficialista. A las 9:40 y mientras el
espiker se desgañitaba, estaban preparándose los hinchables y un camión de
vallas, eso si, con precisión de comando militar, las colocaba a toda
velocidad y brusquedad. Que distinto de los compañeros que tienen dispuesto el
circuito una hora antes del comienzo en tantas carreras
populares. Sada, pongamos al azar. Echo en falta algo más de cariño
organizativo. Hacía frío, y mal tiempo, aunque no cayeron más que algunas gotas
esporádicas durante la carrera. Troté el calentamiento y fui a aliviarme,
(aguas menores), en unos hermosos alcornoques cerca del Centro Cívico. Y en
esta zona no se ven muchos. Por lo concurrido o hermosean regados con
profusión o secan por sobredosis. En la salida coincidí con Mónica y
comentamos que o bien nosotros estabámos muy adelantados o Fernando y Jacinto
que estaban al lado, estaban muy retrasados. Salimos. En esta ocasión, aunque
el circuito era el clásico, lo habían acortado, me imagino que para hacerlo más
llevadero. La primera vuelta, no subía la cuesta hasta la última rotonda,
sino que doblábamos en la segunda, con lo que el recorrido era de unos 5,5 km.
Para todo
individuo, su ombligo es el centro del universo, aunque con demasiada
frecuencia lo desplazamos en la misma línea a posición inferior. Asi que
en una especie de onanismo descriptivo os contaré mis vivencias, que el asunto
tiene su historia. Arranqué lento, como siempre,y mantuve el ritmo durante
la primera vuelta. En la subida larga de la segunda me encontré bien y lo
aumenté, al menos subjetivamente. Bajé bien. Recorrí sin problemas el camino de
tierra y la dura subida final. Llegando a la rotonda, sentí naúseas y tuve
que parar a vomitar. Me pasó lo mismo en otras ocasiones, lo más duro estaba
concluido, la meta a un paso, no tuve el menor síntoma anticipativo, no noté
más fatiga de lo habitual, no noté frecuencia cardíaca alta, (voy a tener que
ponerme el registro de ritmo, para ver si se altera, pero me resisto porque con
la banda de goma parece que llevo sujetador). Mientras vomitaba doblado, un
buen número de corredores me adelantaron con la más absoluta indiferencia. Creo
que más de uno recordó la canción "os vellos non sirven pra certos
traballos e o demo lles tenta meterse en fregados". Recordé el consejo que
había leido en algún articulo: me levante, caminé, me encontré bien, trote
lento y llegue a meta adelantando a alguno. Y aquí vienen las hipótesis : uno
me indicó que quizá me cogió el frío, el otro dijo que a lo mejor me había
abrigado en exceso, la de allá apuntó que era probable que el desayuno hubiese
sido insuficiente, (este argumento lo habría apoyado mi madre), hubo quien dijo
que era posible que desayunase en exceso. A lo del posible embarazo no se
apuntó nadie. La posibilidad de exceso de trabajo y estrés, me la apunto porque
me favorece. La teoría de una compañera que indicó que quizá los
calcetines de compresión podrían haberlo evitado, al redistribuir el flujo
sanguíneo, me parece digna de Ig-Nobel. Todos equivocados, y yo conozco la
respuesta : la castidad. Al igual que a algunos místicos les produce
visiones, estigmas o clarividencia, por lo que se ve, a mi me produce histeria
proyectiva. Eso explicaría que al llegar a meta, estuviese eufórico, y que una
chica que se desató una zapatilla nada más llegar, me pareciese una insinuación
y que una competidora que al secarse con la camiseta exhibió 10 cm
cuadrados de epidermis sudorosa, me pareciese el "summa erotica".
Mónica, que había visto la jugada y volvía a estar al lado, comentó : "lo
tuyo no es normal", que en caliente,"sic", me
pareció admirativo pero en frío creo que era reprobatorio. En todo
caso quiere hacer un estudio potdoctoral :"La hemésis histérica en
corredores añosos o el síndrome manda güebos". Me fuí hacia el coche y
con preocupación evidente, Mónica me siguió discretamente un par de pasos
por detras durante unos 100 metros. Me imagino que no quería perderse el
espectaculo de un patatús que consideraba inminente. En cualquier caso se
agradecen preocupación, apoyo y discreción. Al pasar junto a Luisa, le preguntó
¿que tal?, a lo que Luisa respondió en plan chulito "estupendamente"
y entendimos perfectamente que significaba "mejor que vosotros". Como
represalia no pienso comentar que quedó primera en su categoría.
Con respecto al Club, 61
participantes, 36 adultos y 25 jóvenes. Puesto 13, al que parece abonado el
club, para Chinchilla y el 25 para Abuin. La primera en mujeres
Inés. Podio para Chinchilla, Inés, María Luisa y Pilar. Entre los más
jóvenes : Alba, Tomás, Susi, Misganech y casi Lucía y Area. El espiker
comentó que había 2700 participantes en adultos.
Para ajustarse a la realidad siempre hay que aplicar
un factor corrector. Pero en los resultados oficiales aparecen 1073
clasificados. Que conste que en la salida a mi me parecieron bastantes más,
pero en todo caso, recomendaría algo más de comedimiento.
Listos para Behovia.
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