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jueves, 6 de noviembre de 2014

Crónica Paco Mesoiro

El domingo 2 de noviembre se celebró dentro del circuito Coruña Corre, la IV carrera Novo Mesoiro, prólogo del largo paréntesis de 5 meses hasta la próxima prueba. Acudí escaqueado y muy pillado de tiempo. Llegué a las 9:35 y me di de narices con numerosos compañeros, que por lo que se ve tampoco iban sobrados de tiempo, pero si de tranquilidad. Subimos charlando despreocupadamente hacia la salida. Alguién comentó la similitud constructiva entre Novo Mesoiro y Los Rosales. Igualmente son similares las constructoras beneficiarias. Casualidades de la vida. A dos pasos de las moles persiste el Mesoiro rural y un asombrado caballo, pacía placidamente, viendo deambular corredores.
Lo que menos me gusta de estas carreras es el rutinario carácter oficialista. A las 9:40 y mientras el espiker se desgañitaba, estaban preparándose los hinchables y un camión de vallas, eso si, con precisión de comando militar, las colocaba a toda velocidad y brusquedad. Que distinto de los compañeros que tienen dispuesto el circuito  una hora antes del comienzo en tantas carreras populares.  Sada, pongamos al azar. Echo en falta algo más de cariño organizativo. Hacía frío, y mal tiempo, aunque no cayeron más que algunas gotas esporádicas durante la carrera. Troté el calentamiento y fui a aliviarme, (aguas menores), en unos hermosos alcornoques cerca del Centro Cívico. Y en esta zona no se ven muchos. Por lo concurrido o hermosean regados con profusión o secan por sobredosis. En la salida coincidí con Mónica y comentamos que o bien nosotros estabámos muy adelantados o Fernando y Jacinto que estaban al lado, estaban muy retrasados. Salimos. En esta ocasión, aunque el circuito era el clásico, lo habían acortado, me imagino que para hacerlo más llevadero. La primera vuelta, no subía la cuesta hasta la última rotonda, sino que doblábamos en la segunda, con lo que el recorrido era de unos 5,5 km.
 Para todo individuo, su ombligo es el centro del universo, aunque con demasiada frecuencia lo desplazamos en la misma línea a posición inferior. Asi que en una especie de onanismo descriptivo os contaré mis vivencias, que el asunto tiene su historia. Arranqué lento, como siempre,y mantuve el ritmo durante la primera vuelta. En la subida larga de la segunda me encontré bien y lo aumenté, al menos subjetivamente. Bajé bien. Recorrí sin problemas el camino de tierra y la dura subida final. Llegando a la rotonda, sentí naúseas y tuve que parar a vomitar. Me pasó lo mismo en otras ocasiones, lo más duro estaba concluido, la meta a un paso, no tuve el menor síntoma anticipativo, no noté más fatiga de lo habitual, no noté frecuencia cardíaca alta, (voy a tener que ponerme el registro de ritmo, para ver si se altera, pero me resisto porque con la banda de goma parece que llevo sujetador). Mientras vomitaba doblado, un buen número de corredores me adelantaron con la más absoluta indiferencia. Creo que más de uno recordó la canción "os vellos non sirven pra certos traballos e o demo lles tenta meterse en fregados". Recordé el consejo que había leido en algún articulo: me levante, caminé, me encontré bien, trote lento y llegue a meta adelantando a alguno. Y aquí vienen las hipótesis : uno me indicó que quizá me cogió el frío, el otro dijo que a lo mejor me había abrigado en exceso, la de allá apuntó que era probable que el desayuno hubiese sido insuficiente, (este argumento lo habría apoyado mi madre), hubo quien dijo que era posible que desayunase en exceso. A lo del posible embarazo no se apuntó nadie. La posibilidad de exceso de trabajo y estrés, me la apunto porque me favorece. La teoría de una compañera que indicó que quizá los calcetines de compresión podrían haberlo evitado, al redistribuir el flujo sanguíneo, me parece digna de Ig-Nobel. Todos equivocados, y yo conozco la respuesta : la castidad. Al igual que a algunos místicos les produce visiones, estigmas o clarividencia, por lo que se ve, a mi me produce histeria proyectiva. Eso explicaría que al llegar a meta, estuviese eufórico, y que una chica que se desató una zapatilla nada más llegar, me pareciese una insinuación  y que una competidora que al secarse  con la camiseta exhibió 10 cm cuadrados de epidermis sudorosa, me pareciese el "summa erotica". Mónica, que había visto la jugada y volvía a estar al lado, comentó : "lo tuyo no es normal", que en caliente,"sic", me pareció admirativo pero en frío creo que era reprobatorio. En todo caso quiere hacer un estudio potdoctoral :"La hemésis histérica en corredores añosos o el síndrome manda güebos". Me fuí hacia el coche y  con preocupación evidente,  Mónica me siguió discretamente un par de pasos por detras durante unos 100 metros. Me imagino que no quería perderse el espectaculo de un patatús que consideraba inminente. En cualquier caso se agradecen preocupación, apoyo y discreción. Al pasar junto a Luisa, le preguntó ¿que tal?, a lo que Luisa respondió en plan chulito "estupendamente" y entendimos perfectamente que significaba "mejor que vosotros". Como represalia no pienso comentar que quedó primera en su categoría.
Con respecto al Club, 61 participantes, 36 adultos y 25 jóvenes. Puesto 13, al que parece abonado el club, para Chinchilla y el 25 para Abuin. La primera en mujeres Inés. Podio para Chinchilla, Inés, María Luisa y Pilar. Entre los más jóvenes : Alba, Tomás, Susi, Misganech y casi Lucía y Area. El espiker comentó que había 2700 participantes en adultos.   Para ajustarse a la realidad siempre hay que aplicar un factor corrector. Pero en los resultados oficiales aparecen 1073 clasificados. Que conste que en la salida a mi me parecieron bastantes más, pero en todo caso, recomendaría algo más de comedimiento.

Listos para Behovia.

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