La Crónica de Ana Cobas

EXPERIENCIA DE UNA NOVATA.

Yo soy nueva en esto, pero muy nueva. Hace un año no corría nada. Probé, sin mucha esperanza, con el grupo que se inició en el mes de junio del año pasado.

Eramos siete u ocho, algunas que veníamos directamente del sofá, (como dice mi compa de entrenos Bosy) otras ya con cierta experiencia o que ya corrían algo. La capitana MARIA LUISA y de 2ª RAQUEL.

El primer día (lo recuerdo perfectamente la primera vez que salí) salimos del pabellón y al llegar al Instituto tuve que parar. Allí le dije a Maria Luisa, yo no puedo, y ella con una certeza y seguridad aplastante me dijo que sí,  que podía. A partir de ese día, haciéndole caso en  todo o casi todo,  he ido mejorando y avanzando. La satisfacción enorme  y mi  gratitud hacia ellas también.

Siempre me he considerado bastante afortunada por algunas cosas, sencillas, que tengo, una de ellas algunas personas que me he ido encontrando,  María Luisa es una de esas personas: sabia, generosa, prudente,  muy buena gente. Creo  que el hecho de que este grupo que se inició hace un año, haya tenido tanto éxito (ahora somos una tropa), se debe a ella y a Raquel, que se parece mucho a su madre. No sigo por aquí porque vais a pensar que es peloteo y no, creo de verdad que es así.

Y creo también que es una marca de este club. Muy buena gente desde el principio apostando por el club y por el atletismo.

Pues algo antes de cumplir el año “corriendo”, el 19 de abril,  corrí los 10000 en La Coruña, con un montón de compañeras y compañeros,  algunas del principio con las que ya me une algo más después de tantos días compartiendo entreno (Bosy ,Olga gracias por tantas horas compartidas). Además compartiendo la jornada  con los y las experimentadas que participaban en la maratón, alguna y alguno amigos de corazón. El ambiente era estupendo, como de fiesta, la sensación de pertenecer al CAS da una especie de energía y alegría que contagia.

Personalmente me daba mucho respeto:  10000, no es cualquier cosa para quien acaba de empezar. Pero nuestras entrenadoras insistieron, “que si que podeis” “ya lo habeis hecho”  “es simplemente ir sin hablar”, “concentrandos……” “con la gorra”. Muchas gracias a las dos.

Mi querido marido me animó, voy a ir contigo, vamos tranquilos (estuvo una temporada sin entrenar por culpa de una rodilla), pero yo sabía que no, que él tiene que ir a su ritmo, claro, nada que ver su zancada con la mía.  Pero allí estaban Bosy, Olga, Berta (que como estuvo lesionada se vino con nostras), y un montón de compañer@s,  así es mucho más fácil.

Cuando las fuerzas parecía que no llegaban pensaba en mi amiga Montse, que estaba corriendo la maratón y eso me animaba a seguir, de repente desde enfrente (ella dando ya la vuelta) oí  un grito: era Raquel “venga chicas vamos”, y cuando ya de vuelta por el hotel Tryp, creo,  veo a  mi amiga Bea que corrió por las aceras empujándonos a las dos, a mi y a Bosy, con sus ánimos.  Enfín como no íbamos a llegar. En una hora y dos minutos creo, para nosotras genial.

La satisfacción por llegar a la meta pues que os voy a decir, enorme. Compartirlo con las compañeras y nuestras entrenadoras también. Estar luego allí  para animar y apoyar a  las y los maratonianos, ver  y compartir semejante esfuerzo ….. verles las caras cuando nos veían gritando sus nombres, emocionante.

La experiencia ha sido fantástica, el recorrido hasta aquí también. Nunca he tenido en mi cabeza competir en carrereras. Mi única experiencia, de mayor, se limitaba a participar en  la milla  de Sada en las que por razones de cariño y amistad, he estado en todas (la primera junto a nuestra amiga Tere, la segunda por su memoria). En todas sufrí como una enana y pensé “non volvo”. En la última fui a competir.

Ahora, ya cerca de los 50, mujer, casada, con hijos, con trabajo y responsabilidades, estar en esto, en el CAS, junto a mis amigas, a mi familia, con entrenadoras de lujo,  con las compañeras del entreno, me supone una enorme satisfacción y orgullo , un aliciente para seguir mejorando y superando obstáculos (como la vida misma) y ya no digamos lo que mola adelgazar, bajar tripa, gestionar mejor el estrés…..El esfuerzo que supone el entreno, y no digamos las carreras, se ve recompensado luego con creces. 

Por todo ello gracias a todas y a todos los que habeis construido esto y los que estais ahí trabajando para mantenerlo, y a los/as entrenadores de los peques por tratar tan bien a nuestros hijos, enseñándoles esto del atletismo.

Ana Cobas.