Este domingo 19 de enero se
celebró en Viana do Castelo la “Meia Maratona Manuela Machado”, en su edición
número 16, con la participación de tres de los atletas de nuestro querido Club
Atletismo Sada.
Después
de una tarde de sábado horrible, donde la lluvia y el viento hicieron acto de
presencia, el día de la carrera amaneció con un sol precioso, buena temperatura
y poco viento. Todo hacia presagiar que iba a ser una carrera de las que gusta
participar.
A
la hora establecida por la organización 10:30 AM (11:30 española), allí nos
encontramos Jesús Álvarez, Félix Quintáns y Manuel Ferreira, para sacar la foto
de rigor.
Salida complicada dado lo
estrecho del arco de salida y la gran cantidad de atletas, que cerró las
inscripciones en 3000 corredores. En la parte de delante los corredores de
élite, que podría decirse que se colocaron antes de la linea de meta, ya que
cuando se fueron a situar estábamos tan pegados los unos a los otros, que fue
imposible dar un paso atrás, para dejar espacio.
En
mi caso para salir durante varios metros he tenido que apoyarme en el corredor
de delante ante el miedo de caerme. Una vez recorridos los primeros metros,
iniciamos la salida de la ciudad, en busca de la montañita. Los primeros
kilómetros discurren prácticamente planos, hasta que sobre el kilómetro cuatro
empezamos a notar como de forma tendida empieza a ganar pendiente. En ese momento aparece Félix, que me saluda y
me anima a seguirle. Lo intento pero me avisa que hay que ir con cuidado ya que
la subida es larga y hay que guardar fuerzas. Le digo que tranquilo que siga,
nos despedimos y sigo a mi ritmo. Impresionante el número de participantes. Los
portugueses tienen fama de ser buenos corredores, como los gallegos digo yo.
La subida se prolonga con varios
toboganes de bajadas y subidas.
Decir que la prueba cuenta con
muchos habituallamientos, que ya comenzaba en el kilómetro 5.
Anima ver a los primeros
corredores, con el fuerte ritmo de llevan. Poco después puedo saludar a Jesús
que vuelve, lo saludo y le animo. Sobre el kilómetro 10 la carrera da la vuelta
y lo que antes era subida se convierte en bajada. Siento un dolor en la rodilla
derecha que me preocupa, pero bebo agua y tras la subida conservadora, inicio
una vuelta con ritmo, para intentar ganar el tiempo perdido, que veo que es
bastante. Me tomo el gel que tenía preparadado que saben como todos asquerosos
y pienso que con eso y un trago de agua, ni el mismo Popeye sería capaz de
alcanzarme. Me duele la rodilla, pero como dice mi amigo José Luís: “A tu edad
Manuel, que es lo que no te duele”. Pues me olvido del dolor y zapatilla.
Desde el kilómetro 13 la bajada
se hace larga y prácticamente todos vamos con ganas de llegar rápido. Voy
adelantando poco a poco a otros corredores que antes me habían hecho lo mismo
conmigo en la subida, Me igualo con alguno, debido al viento de frente y
aprovecho para volver a dar otro pequeño tirón, y así voy hasta el kilómetro
16, que la prueba pierde pendiente y corremos prácticamente en plano, hasta la
meta.
Pasamos por delante de la salida,
pero para poder cumplir con los kilómetros, nos hacen ir hacia el otro lado de
la ciudad. En kilómetro 20 veo a mi familia que nos ha animado a todos, me
cruzo con Félix que ya va hacia la meta, corre derecho como suele ser habitual
en él. Desde luego la técnica de carrera la tiene adquirida. Intento seguir
acelerando, llevo pegado a mi lado a una pareja de portugueses, que me
adelantan y se van quedando atrás desde le kilómetro 19. Me animo a mi mismo, y
veo que lo que quería Fer de 1:35, va ser un poco complicado pero me acerco.
Dejo atrás a mi pareja de compañeros de viaje y cuando estoy a 300 metros de la
meta, escucho por los altavoces, al animador de la carrera gritando... Perdonar
que me recree con la narración pero lo que os voy a contar me puso los pelos de
punta... imaginaros que estáis llegando a meta y que el comentarista grita a todo trapo, que el
corredor ganador de la prueba es.... yo estoy a punto de llegar a meta, me
falta apenas 10 metros... el tío sigue gritando, el vencedor es: ¡¡¡¡¡MANUEL
FERREIRA¡¡¡¡¡ yo sabía que no era yo, pero chicos levanté los brazos y me
alegré ...grité... como sí hubiera sido yo... fue sensacional... lo malo es que
había otro Manuel Ferreira, pero yo... queridos amigos... ya había tenido mi
pequeño momento de gloria...
Buena carrera en general, bien
organizada. Nos dieron una medalla conmemorativa en la llegada y un agua...
podían habernos dado por lo menos un plátano, pero ya sabéis con esta crisis y
pagando 7,5 euros no se puede pedir más.
El año que viene quiero volver.
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