Crónica de Vilalba y Frades y de
los diversos sucedidos acaecidos en los últimos días
Empiezo está crónica reseñando el jueves 15, día de sol espléndido, en el que
se me ocurrió ir a pasear por la playa de Bastiagueiro a eso de las 18:30,
antes de ir al entrenamiento en Sada en donde tocaba, fuerza, escaleras y
cuestas. En la playa entrenaban los chavales del CAS , el sol tonificaba pero
no abrasaba, leía paseando. La vida resultaba un gratificante regalo. Al volver
al coche todo se transformó. Con habilidad de experto introdujeron un objeto
punzante por debajo de la cerradura, abrieron el coche y me robaron cartera,
GPS, móvil, Forerunner, 2 pares de zapatillas de deportes Mizuno, ropa
de deportes, ropa personal, en fin, todo lo que encontraron. De acuerdo a los
nuevos hábitos de restricción de derechos ciudadanos, en el aparcamiento como aún no se paga, no hay vigilancia, que si
aparecerá, supuestamente, cuando el Ayuntamiento cobre por ello.
Con el forerunner, me pasó como
en algunas otras ocasiones. Me parecía un tanto superfluo, prescindible, a
veces incluso molesto y ahora que me falta, me parece que no lo valoré
suficientemente y lo echo mucho en falta. Me gustaría que estuviese conmigo.
(No sé si en alguna ocasión les ha pasado algo así o habían oído comentar algo
semejante). Además se llevaron el reloj, pero yo tengo el cargador, cables y
discos de control. Como en el Tenorio :
Más con lo que habéis osado
Imposible la habéis dejado
Para vos y para mí.
Quedé moralmente destrozado y
psicologicamente aturdido. Pero todo tiene sus ventajas, me salvé del
entrenamiento de las cuestas.
El viernes como desagravio
anímico fui a clase de Zumba. Salí sin descoyuntarme.
El sábado 17 de mayo, era el día
das Letras Galegas y por ese motivo se celebraba la “V carrera popular das
Letras Galegas” en Vilalba. Allá me fui
a correr a las 17:30, bajo un sol
abrasador, una carrera de 8.350 metros. (Con esta precisión estaba medida y yo
no pude contrastarla con el fore porque como sabéis se ha ido con otro). Tres
vueltas a un circuito totalmente urbano, con continuas subidas y bajadas suaves
y dos repechos duros pero cortos. Ni en Terra Cha las carreras son llanas.
Hacía viento, y como siempre el espacio con viento en contra parecía mucho
mayor que el recorrido con viento a
favor. Circuito cerrado al tráfico, bien
señalizado, con controles de paso mediante alfombrillas que permitía un
excelente análisis posterior a la carrera, abundantes voluntarios, agua al
final de cada paso y con una excelente bolsa del corredor, (Bocadillo, fruta,
agua, bebida isotónica, quizá con la inoportunidad de que nos dieran como regalo conmemorativo
una braga para el cuello, en un día tórrido y cuando nos encaminamos a la
canícula veraniega. Se agradece de todas maneras). Sorteos para los chavales.
Pues bien una prueba tan correcta tuvo escaso público, (coincidía con el
partido decisivo para el campeonato de la liga de futbol) y escasa
participación. ¿Por qué fui?. Estábamos apuntados 69 corredores, ¡cómo me iba a
perder algo así!. Ya me imaginaba a D. Manuel y a D. Antonio María, (egregios
hijos de la villa), revolviéndose ambos, en su tumba y cama episcopal, respectivamente, ante la
infamia que se iba a cometer. Pero aunque en championchip estábamos apuntados 69, llegamos a meta 71. Si
con este milagro no los canonizan, (a ambos), es por pura inquina del Papa
Francisco que es un rojo. El fracaso, no de otra manera puede considerarse la
participación, se debió a una nefasta difusión. La carrera desde luego, no lo
merecía.
Fui el único y por lo tanto el
mejor del CAS, (no sé si lo anterior será válido para la categoría femenina).
Hice 41:17, a 5:01/km. Casi…como me pasa con tantos deseos ansiados.
Al día siguiente, 18 de mayo, me
escaqueo a las 10:45, (escaqueo consentido. A fin de cuentas el consentidor soy yo), porque antes no pude, para participar en la “I carreira pedestre
popular Concello de Frades”. En el coche pongo la SER que entre 11 y 11:30
emiten un original programa sobre letras de canciones referentes al onanismo.
Entre los españoles, canciones de Bebe, Aute
y una oyente alerta sobre un bolero de Los Panchos, el que dice, “voy a apagar
la luz para pensar en ti”, que inusitadamente escapó a la censura.
Curiosísimo, entretenido y muy adecuado
para correr. (Al menos en simbología
esta primavera viene salvaje).
Llego con muy poco margen de
tiempo y los compañeros del equipo me reciben como al Mesías. Pero como me
aprecian en este equipo, que tanto se alegran de mi presencia, como si mi participación no fuese irrelevante. Luego
me entero, tenía un email que no había leído, que no lo era, que éramos
necesarios ocho para que el equipo puntuase. Admitámoslo, partir de cierta
edad, es el interés la razón fundamental del querer. Y menos mal, que aún
podría ser el dinero. El más prosaico y
frecuente. Las carreras
también son un reflejo de la vida.
El ambiente era extraordinario,
sol, calor, alegría, niños jugando en hinchables y en los instrumentos de
gerontogimnasia , en alegre algarabía. Muchos con uniforme del CAS. Abundante
público y desenfadados corredores abarrotaban el pueblo en un ambiente de
fiesta. La organización se volcó y les
salió redondo, en especial para ser la primera edición. Circuito duro pero muy
bonito, cerrado al tráfico, bien delimitado y bien señalizado. Algo más largo
de lo inicialmente anunciado, 8.050 metros y para equilibrar, más participantes
de los que inicialmente aparecían. ( 179 de los que llegaron 171, frente a 130).
El circuito era en cuesta
hasta el kilómetro 2,5 , luego
ondulado hasta el 4,5. Se enlazaba por un camino de tierra, en buen estado y
también ondulado hasta aproximadamente el kilómetro 6, en el que se volvía al asfalto, descendente hasta meta.
Salimos a las 12:05, bajo un sol
que hacía sudar en reposo y que haría el circuito, de por si exigente, en
francamente duro. Salgo desde atrás, controlando porque nos habían advertido de
la dureza de la subida inicial. Me adelanta Ángeles. En el km 1 hago el primer
balance : Ángeles próxima, algo más delante Begoña, más allá Eliseo. Veo a Montse a lo lejos en la larga recta,
debe de ir cerca Bea, (en plan guardia civil), pero no la veo. Está claro que
estas del maratón van de paseo, sino ni las vería. En el km 2, adelanto a
Ángeles. Me extraña y me entra la duda, me estaré calentando y lo pagaré luego.
Pero Eliseo está a la distancia habitual. Me encuentro bien. Bueno, si no se
intenta no se consigue. Mantengo el ritmo, Begoña está cerca; anormalmente
cerca. Vuelvo a tener dudas. (A cabeciña non para). En el km 4, en el avituallamiento, formamos un grupo de 4, yo a cola, en donde
va Begoña. Iniciamos el camino de tierra. Como sabéis corro sin gafas y me
llevo una alegría porque a lo lejos veo la indicación del km 6. Cuando nos
acercamos el km 6 es realmente el 5. Me da algo de bajón. (Soy de ciencias, así
que no tardo en comprender que tras el 4 viene el 5. “A cabeciña…). Ahora el grupo es de 3, sigo a
cola. A lo lejos Eliseo me grita “veña Paco”. Voy. En contra de toda lógica
adelanto a Begoña y sigo sólo. Ya veremos como acaba el asunto. Cuando falta
poco para acabar la tierra veo a un tractor, con maíz para ensilar ,
discutiendo con una chica de la organización. El tractorista salta el control y
sigue. La chica poco puede hacer, no lleva armas. Para ciertas mentalidades y
sabiendo que hay que ensilar rápido y con buen tiempo, perder el tiempo para que unos alocados en
ropa interior correteen en lugar de trabajar, parece tontería. La actitud es
comprensible pero imprudente. Le perdono. Temo que si protesto me abofetee. Yo también voy desarmado. A partir de ahí todo
para abajo. Esas carreras que acaban en descenso me dejan muy buenas
sensaciones. Justo detrás de mí entra
Begoña por una vez en la vida. Hago 5´06´´ por km, que para mí y teniendo en
cuenta que he corrido la tarde anterior está bien. Las chavalas suelen hacer
menos, la dureza del recorrido y el calor les ha pasado factura. Bolsa
excelente. Se ha puesto de afortunada moda dar varias frutas, agua, bebida
isotónica y bonita camiseta técnica, azul claro. Lo dicho, les salió redonda.
Me cambio rápido, y zumbando de
vuelta, casi sin saludar. Cambio la emisora y escucho blues en radio 3, en
lugar de la SER, que a saber de lo que estarán hablando. No quiero estamparme,
además lo que viene es trabajo, no regocijo.
Prepararos que voy a entrenar los
próximos 15 días con calor. Voy a volver convertido en el supermán de los
superabuelos.
jaja Me ha encantado la crónica Paco!!! está visto que esto de ser abuelo dá superpoderes......(pero no te perdonaré nunca el haberme adelantado en la cuestita y a pleno sol, con el tractor acechando....me vengaré en la próxima ;-).....)
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