Desde que iba al cole no escribía una redacción hablando
sobre las vacaciones, así que tendré que retomar esta cuestión en el punto donde
lo dejé para poder cumplir con los deberes que me habéis puesto.
El triatlón es un deporte muy bonito.
Este fin de semana
unos amiguitos y yo nos fuimos a Sanxenxo a competir en uno que se llamaba Rias Baixas no draffting que significa
que es en la zona del sur de Galicia y que no dejan apiñotarse en la bici para
abusar de los que van más lentos.
En el Trisada todo es a lo grande con
furgoneta especial para las bicis y otro coche para los deportistas. La
furgoneta grandísima también la usa una empresa de cestas de navidad de un
supertriatleta del club y tiene pintados turrones y quesos.
Es mejor así porque
nadie sabe que dentro están las bicis y no las roban. En navidad habrá que
tener más cuidado porque los ladrones pueden ir a robar turrón.
El hotel era de
superlujo con piscina calentita y desayuno apabullante especial triatlón a las
seis de la mañana. Dimos un paseo por la tarde a coger los dorsales, nos
bañamos en el spa, cenamos montones de pasta y tiramisú y dormimos en camas tan
gigantes que era muy difícil molestarse. En el Trisada todo es a lo grande.
Es
importante echarse por la mañana en los músculos pomadas para atletas.
Un
compañero que lo hizo fue muy rápido en la bici y en todo lo demás también.
Apunté la marca para echármela en la próxima carrera.
A las siete de la mañana ya íbamos de camino
a los boxes que es el sitio donde dejas la bici, etc. El triatlón es un deporte
complicadísimo porque tienes que acordarte de llevar muchas cosas. Yo sólo me
olvidé de un portadorsales y una cinta para el pelo pero me las apañe con una
cuerda que le quité a mi bañador y
dejando que el pelo se moviera con el viento.
Es conveniente ajustar el cambio
de la bici. A veces lo llevas a ajustar a un mecánico y luego se estropea.
A un
amigo mío esto le pasó hace poco y se enfadó.
Yo no pude echarle la culpa a
nadie de que se me fuese bajando el sillín a lo largo de la carrera porque me
olvidé de comprar un tornillo que se me rompió hace unas semanas y llevaba un
asunto chapucero. Solo me retrasó un par de minutos ajustarlo por el camino.
Nuestro entrenador dice que es importante no perder mucho el tiempo con estas
cosas. Yo intento atarme rápido los cordones de las zapatillas de la bici y de
las de correr y también de hacerme el nudo en el dorsal en menos de 50
segundos. Una cosa que aprendí este fin de semana es que era importante encajar
el extremo de la cremallera antes de ponerte el neopreno. Un compañero que hablaba
muy bajito me ayudó mucho cuando lo tenía ya puesto pero no funciono mucho
tiempo. Cuando se te abre en el agua nadas más despacio y te pesan los brazos
un montón. Esto me pasó a mí después de salir un par de minutos más tarde en la
salida mientras estaba con un compañero que se le había roto la goma de las
gafas. Cuando pasa algo así los jueces deberían anular la salida y esperar a
que todos estuviésemos preparados otra vez para empezar.
El nudo de las gafas
es sin duda lo que mejor me salió en este triatlón. Aun así pude adelantar a unos pocos que al
principio iban muy lejos pero ya sabía que ese día no iba a batir ningún record
importante.
Los boxes estaban a medio kilómetro de la playa, si eres un buen
corredor tenías algo más de ventaja en este triatlón.
El recorrido en bici tenía
muchas subidas y bajadas pero como te pasas más tiempo subiendo que bajando
parece que es casi todo subidas. Me cansé bastante, desde el principio con las
piernas pesadas y tensas. Los deportistas profesionales cuando les pasa esto en
vez de decir que no están en forma dicen que no se encontraban bien, que no era
su día, que los cuádriceps iban cargados por el sobrentrenamiento.
Lo más
interesante de un circuito de dar vueltas es que vas animando a tus compañeros
que es lo más importante que puedes hacer cuando vas al final del grupo. En el
Trisada tenemos grandes figuras del triatlón.
A uno le dieron un trofeo muy
chulo porque no se puso calcetines y así fue más rápido en la transición (que
es cuando se cambia de deporte).
Yo me puse unos calcetines que me quedaban
flojitos para que entraran bien con los pies mojados. Luego tuve que parar en
la carrera porque había una arruga que me molestaba en la planta del pie. Después
de cruzarme con nuestro triatleta de Ferrol me senté un ratito, no quería darle
mal ejemplo con lo que se estaba esforzando.
En el circuito de correr que era
en el paseo de la playa había unos bancos muy cómodos para quitarte y ponerte
las zapatillas. Una señora que estaba sentada conmigo en el banco me animó mucho y me dijo que ya me quedaba poco.
A mí me pareció que nueve kilómetros y medio no era poco. A lo mejor la señora
había leído el cartel que decía que era un triatlón de distancia corta y estaba
un poco confundida.
Me gustaron mucho los aplausos cuando llegué a la meta.
Si
llegas antes te aplauden menos porque la gente no sabe a quién aplaudir y
algunos de tus compañeros todavía no han llegado.
Estaba bastante cansado y
ahora pienso que incluso confuso y aturdido por el esfuerzo porque me bebí
primero un vaso de bebida isotónica que el de Estrella Galicia que te daban
también en la meta.
Un rato más tarde después de ducha en el spa con la mente
recuperada, comentábamos todas estas cosas con mucho churrasco y cañitas a
medio camino de casa. Luego repetimos al llegar esperando el furgón de las
cestas de navidad con las bicis.
Un triatleta de nuestro club que prefiere
hacer 100 km en bici que ir al cole se fue a entrenar al día siguiente más de
tres horas.
Mi colegio también era muy aburrido pero creo que no tanto. Algunos corredores llegaron primero y les
ganaron a los del Trisada pero por muy poquito tiempo y no llevaban trimonos
chulos (que es el traje de triatlon).
Cuando sea más mayor voy a llevar una
lista muy larga con las cosas que me tengo que acordar y en vez de ir al cole y
al trabajo voy a hacer triatlones todos los días con el Trisada, ¡¡¡a lo
grande!!
Bravo, bravísimo
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