El domingo 19 de
octubre, tuvo lugar en A Coruña la III carrera popular de Los Rosales dentro
del circuito municipal Coruña Corre. Vayamos por partes; el denominado
circuito no es tal, sino la unión de diversas carreras populares que se venían
celebrando en distintos barrios y se agrupan para darles mayor aliciente.
Porque, en mi opinión, un circuito consiste en una serie de pruebas,
con cierta regularidad, para estimular a la participación deportiva
ciudadana. Y Coruña Corre, parece la banda del empastre. Las dos primeras
carreras, se realizan con 15 días de diferencia, luego hay un salto de casi 5
meses, hasta la tercera y de tres meses más para la cuarta. La 5ª y 6ª
tienen periodicidad de unas 3 semanas, pero se celebran en período
vacacional. Bienvenidas sean, pero es difícilisimo de planificar salvo para los
virtuosos de la agenda, con lo que el número de deserciones resultará
alto. Los propios organizadores lo reconocen implicitamente cuando advierten
que, previamente a las carreras, se mandaran correos para que la gente
confirme la asistencia y asi poder minimizar las ausencias y optimizar los
recursos. Lo dicho o se distribuyen de otra manera o, preferiblemente, se
establecen pruebas intermedias para darles cierta continuidad, o el
desbarajuste será inevitable.
La prueba de Los
Rosales, es todo un clásico. Prueba circular, corta, de unos 6,5 km, pero con
continuos altibajos. Se arranca en la Plaza Elíptica, ya en sentido
ascendente, se baja al Centro Comercial, se sube una pequeña cuesta de
enlace y luego bajada muy tendida hacia el paseo marítimo. En este
tramo el panorama es espectacular, paseo, mar, rocas, olas y en la
lejanía la majestuosidad de la torre de Hércules, (el faro activo más antiguo
del mundo). Pero pronto la lírica deja paso al realismo, porque se inicia el
ascenso de la cuesta del Milenium, (faraónico cachivache e inútil disparate
pacovazquista ) corta y dura. Desde el ascensor de S. Pedro, (otra joya
urbana), se recorre la línea de costa hacia el Portiño, (en
donde duermen terribles relatos de la huida y represión en la guerra
civil española), ligeramente descendente y de adoquín. Subida del Portiño, no
muy dura pero larga. Bajada al Centro Comercial y llegada en cuesta no excesiva
pero que a mi, sistematicamente, me resulta dura. Resumiendo un continuo
subibaja. El día soleado y fresco, excelente para la carrera. El ambiente
animadísimo, la organización buena, la participación multitudinaria....y a mi
no acaba de gustarme. Y no solo porque el objetivo que tenía, 32´20",
se transformase en un lamentable 34´02". Que creo que así se han de hacer
las cosas, a lo grande también en el fracaso. Es que en esta carrera nunca
acabo de encontrarme bien, no me toca la fibra.
Que conste que es una
carrera muy recomendable y que a mi no me guste es defecto del animal y no de
la carrera.
Las carreras
populares han crecido de manera sorprendente, más de 1000 llegados en adultos
así lo demuestran. La participación femenina en aumento disparado. Además el
nivel ha subido una barbaridad. Baste decir que a ritmo de 6´/km, que
para iniciarse en una prueba tan dura es razonable, te vas al puesto 900.
(el 10% de cola). Bueno, por lo que supone de mejoria, pero limita
bastante las nuevas incorporaciones. Una compañera, con la que había coincidido
comprando material deportivo, me comentó que había convencido al marido para
correr. ¡Era visto!. ¡Así claro que se incorporan!!. Es inútil
luchar contra una mujer con la que compartes lecho y cuando algún
amigo me comenta que su mujer le está insinuando que salte por la ventana, le
aconsejo mudarse a una planta baja. ¡Salta seguro!.
En cuanto al CAS,
36 participantes en adultos, puesto 13, (al que parece abonado siempre alguien
del club) para Chinchilla, que además hizo podio en su categoría , y bendito tu
eres entre todas las mujeres, porque también lo hicieron, Ruth,Inés, Motse,
Pilar y en chavales Lucía, Susi, Misganech, Alba y casi Area. De todas
maneras el mayor éxito, con diferencia, lo cosechó Manu, al que le
correspondió el dorsal 69, además para todo el cicrcuito. Soterradamente. Este
saduceo es de los que las matan callando.
Al final en la ducha,
entre distintos temas, hablamos sobre la carrera del domingo
siguiente en Santiago, de la que soy forofo. Es
molestamente multitudinaria, habitualmente con fallos de organización, con
atascos frecuentes, (objetivamente peor organizada que Os Rosales), pero me
encanta. La bajada por el casco histórico de Santiago con llegada en el
Obradoiro, lo compensa todo. Argumentaba un compañero de ducha que el ya
había participado en 18 ocasiones y que le había perdido gracia. Además de lo
endeble que resultan las razones en la desnudez de una ducha, yo
contraargumenté " yo, de ciertas carreras, como de
algunas mujeres, nunca me canso. Que se cansen de nosotros
es razonable y hasta esperable. Lo que no me parece razonable es
como sus maridos no las valoran más". Bueno, me tirais de la lengua y me
habeis liado. Y que mientras pueda "Iré a Santiago". ( Os aseguro que
no me pagan ).
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